El sha Abbas safaví y los kurdos de la frontera oriental
Marzo 2025
El sha Abbas safaví y los kurdos de la frontera oriental
Resumen:
En este artículo veremos cómo los soberanos del imperio safaví (1500-1736) se relacionaron con los clanes dirigentes kurdos y como, pese a sus divergencias religiosas y sociales, se sirvieron de estos en las provincias orientales del imperio, por entonces amenazadas por los uzbekos centroasiáticos y los mogoles de la India. Prestaremos una especial atención al reinado del sha Abbas (r. 1587-1629) y su compleja relación con dos de los líderes kurdos más poderosos del momento: Budag Khan Chegani y Ganj Ali Khan Zig.
Palabras clave:
Safaví, kurdo, qezelbaš, Jorasán, Qandahar
Introducción
En 1587, Abbas Mirza, uno de los príncipes herederos del imperio safaví, abandonó su sede de gobierno en Herat y se dirigió con un reducido ejército a Qazvín, la capital imperial, con el objetivo de desalojar a su padre del trono.
En el séquito del príncipe heredero constaba uno de sus sirvientes de confianza, Ganj Ali Khan Zig, a quien el joven Abbas Mirza denominaba afectuosamente “baba” (padre). No muy lejos marchaba el comandante Budag Khan Chegani, uno de los personajes más importantes de la frontera nor-oriental y, por tanto, indispensable para la tentativa golpista del príncipe.
Abbas Mirza tuvo éxito, apartó del poder a su verdadero padre e inició uno de los reinados más notorios de la dinastía safaví que se extendería hasta su muerte natural en 1629. En el presente artículo, pero, nos fijaremos en los ya mencionados acompañantes del futuro soberano: ¿se trataba de miembros de la élite tribal kurda? ¿Si así fuera, que hacían en el Jorasán, tan lejos de sus tierras natales? ¿Habían abandonado el islam sunita, propio de su hogar, para servir a un soberano chiita? ¿En qué se asemejaron y diferenciaron las carreras políticas de Ganj Ali Khan Zig y Budag Khan Chegani? Y, finalmente, ¿siguieron trasladándose kurdos a la frontera oriental del imperio safaví?

Ganj Ali Khan Zig. (Wikimedia Commons)
1. La migración al Jorasán
Es bien conocida la presencia del pueblo kurdo en las provincias occidentales de Irán, así como en los países fronterizos que en su día formaron parte del imperio otomano; sin embargo, suele sorprender a los extranjeros constatar que aún hoy día hay kurdos viviendo en la provincia iraní oriental de Jorasán, e incluso en Afganistán.
Solo en el Jorasán del Norte y en el Jorasán Razavi se han documentado 696 aldeas kurdas, que hablan un dialecto kurmanÿi como en las aldeas de Anatolia y que, a diferencia de estas, profesan mayoritariamente el islam chiita y entienden el turco del Jorasán debido a sus frecuentes uniones con otros pueblos de la región. [1]
Los orígenes de su presencia en las fronteras orientales de Irán pueden rastrearse hasta el advenimiento del imperio safaví (1500-1736), famoso por su chiismo militante y por haber aupado al poder, tras varios siglos de ausencia, a una dinastía persa. Conocidas por su ferocidad, las tribus kurdas de las provincias occidentales ya habrían sido movilizadas en el pasado para combatir amenazas extranjeras (como los mongoles), pero con el gobierno safaví se fue un paso más allá.
El primer sha de los safavíes, Ismail (r. 1500-1524), tenía el objetivo de extender su dominio mucho más lejos de las fronteras iraníes, y para conseguirlo contaba con el apoyo incondicional de los qezelbaš (seguidores chiitas, mayoritariamente reclutados entre tribus turcas), así como de una gran variedad de tribus, incluyendo kurdas. El sha Ismail fue derrotado por el sultán otomano (1514) y, en pocos años, la frontera entre ambos gobiernos se acabó configurando cerca de las líneas divisorias del actual estado iraní.
El sha Tahmasp (r. 1524-1576), hijo del anterior soberano, afrontó que las tribus kurdas vivían en una tierra de frontera y que, su lealtad al sha o al sultán otomano, dependía fundamentalmente de las concesiones de autonomía y/o favores cortesanos. En una revisión de su ejército en 1530, se puede observar que de 100,000 hombres (en su mayoría qezelbaš), había solamente 15,500 kurdos divididos en 6 tribus; una cifra significativa, pero no determinante para el ejército imperial.[2] [3]
La gran guerra con los otomanos (1533-1555), aunque terriblemente destructiva en las fronteras imperiales, generó muchas expectativas en algunas de las tribus kurdas que combatían por los safavíes, que esperaban incrementar su territorio. Al terminar el conflicto, algunas de estas se sintieron defraudadas y no tardaron en reclamar nuevos acuerdos. Es en este contexto histórico cuando empiezan a despuntar los clanes Zig y Chegani, quienes fueron fundamentales para el reinado del sha Abbas.
En un mundo en el que los criterios étnicos y lingüísticos no determinaban proyectos políticos y que, los mismos pueblos se mezclaban entre sí, ha hecho que la misma identificación como kurdos de los colectivos Chegani y Zig tenga detractores:
Los Zig, que pudieron haber sido parcialmente desplazados al Jorasán tras la guerra, residían en las montañas meridionales de Giluyeh (una provincia meridional iraní que actualmente consta de escasa presencia kurda); y aunque se identifica al clan con los Akrat, un término habitual para los kurdos, no es exclusivo. Respecto a los Chegani, categorizados como un grupo kurdo junto a los Zanganeh y Siyah-Mansur, también podían tratarse de loris debido a una equiparación propia de la Corte safaví;[4] el profesor Oberling, por otro lado, citando a O.Mann y Rabino, refiere a la escasa presencia del término Chegani en el Kurdistán y al hecho que los gitanos de Astarabad (actual Gorgan, cerca del Jorasán) eran llamados Chegani.[5]
En todo caso, no hubo un gran desplazamiento del clan gobernante de Ardalan (habitualmente reconocidos como los valíes del Kurdistán), sino de otros menores, insatisfechos con los acuerdos de 1555 y requeridos en fronteras más expuestas. Tras una rebelión fallida, numerosos Siyah-Mansur fueron deportados a oriente y encargados de defender la frontera frente a las tribus turcomanas. [6] Los Chegani, por su parte, se habían estado dedicando al bandidaje y, ante las quejas de los mercaderes al sha, este ordenó a 500 de estos abandonar sus dominios, si bien acabaron reubicados en el norte del Jorasán.[7] A estos se sumaron otros clanes que, décadas más tarde, se convirtieron en clientes de los Zig o de los Chegani.
2. La fitna safaví (1576-1587)
Mientras el largo reinado del sha Tahmasp supuso el desplazamiento de numerosas tribus kurdas a las provincias orientales del imperio safaví, el de los hijos de aquel permitió a los grandes clanes coaligarse con las distintas facciones armadas qezelbaš. Se dirimía el poder autocrático safaví, brevemente encarrilado por el sha Ismail II (r. 1576-1577), con relevantes confrontaciones en Kabushan (Qučan, Jorasán Razaví), Herat y Qandahar (Afganistán).
En el norte del Jorasán, el clan Chegani había obtenido primacía sobre muchas de las tribus de la región tras una fallida rebelión qezelbaš en la capital jorasaní de Herat (1564); Budag Beg Chegani, oportunamente posicionado a favor del sha Tahmasp, obtuvo de este el gobierno sobre el clan Chegani y la estratégica fortaleza de Kabushan, al norte de Mashhad, lo que le confería influencia sobre los asuntos de la ciudad santa y un peso determinante en la guerra fronteriza con los uzbekos.[8] [9]
Con el fin de atajar posibles confabulaciones de los qezelbaš en la periferia del imperio, para las que necesitarían servirse de príncipes de sangre real safaví, el sha Ismail II (que ya había ejecutado a sus parientes en la capital) envió a dos qezelbaš de confianza a controlar las ciudades de Herat (dónde se hallaba Abbas Mirza) y Qandahar (donde residían Muzaffar Mirza y Rostam Mirza entre otros).
Ali Qoli Khan Šamlu, el flamante gobernador de Herat, se esforzó en mantener una buena relación con Abbas Mirza y dispuso a Ganj Ali Beg Zig como uno de sus sirvientes de confianza; tal fue el entendimiento, que Ali Qoli Khan Šamlu siempre fue reverenciado por el príncipe, y Ganj Ali Beg fue honrado con el título de “baba” (padre). [10] Cuando llegó la orden de Ismail II de asesinar a Abbas Mirza, el gobernador de Herat se demoró en su cumplimiento hasta que, quizás con su conocimiento, Ismail II perdió la vida en extrañas circunstancias y la orden se canceló.
En Qandahar, por otro lado, la situación sí llegó a escalar violentamente debido a la naturaleza semi-independiente del gobierno de aquella ciudad y al hecho que los qezelbaš locales rechazaron cooperar con los delegados del sha Ismail II, que no llegaron a tomar bajo su custodia a los príncipes Muzaffar Mirza y Rostam Mirza. Los leales al sha pidieron la ayuda de Budag Beg Chegani para rendir el castillo, pero este aguardó la llegada de refuerzos de otras provincias y, como en el caso de Herat, el oportuno fallecimiento del sha Ismail II salvó la vida de los príncipes.[11]
El gobierno del sha Muhammad Khodabanda (r. 1578-1587) supuso un esfuerzo para retornar al statu quo de la época de Tahmasp: Abbas Mirza, el hijo del nuevo sha, continuó junto a Ali Qoli Khan Šamlu al frente de Herat; mientras que los príncipes de Qandahar, bajo la protección de los qezelbaš Zulqadar, retuvieron el control de la ciudad afgana. Muzaffar Mirza, el príncipe que al alcanzar la mayoría de edad debía heredar Qandahar, se impacientó por la regencia de los Zulqadar y, instigado por qezelbaš de su sequito y por varios líderes tribales kurdos (cuya identidad no es mencionada) trató sin éxito de eliminar a su regente.[12] [13]
A pesar de las buenas intenciones del sha Khodabanda, un conflicto de facciones en el Jorasán terminó arrastrando al imperio safaví a una guerra civil y a la proclamación de Abbas Mirza como soberano. Estas rivalidades habrían comenzado en 1577, cuando una incursión uzbeka en la frontera habría sido aplastada por el gobernador de Mashhad y el de Kabushan, Budag Beg Chegani. Ali Qoli Khan Šamlu, su superior en tanto a gobernador de la capital jorasaní de Herat, quedó privado de los honores y riquezas que supuso tal victoria.[14]
El líder de los Chegani fue gratificado con el título de Budag Khan, y reforzó su alianza con el gobernador de Mashhad, quien a su vez tenía importantes conexiones en la Corte del sha Khodabanda. Ali Qoli Khan Šamlu, consciente de su debilidad en la Corte y en el mismo Jorasán, coronó a Abbas Mirza (1581) y atacó a los qezelbaš que se habían posicionado a favor del gobernante de Mashhad.[15]
La coronación de Herat, que menoscababa seriamente el proyecto político imperial, empujó al dialogante sha Khodabanda a emprender una contundente expedición militar contra su hijo Abbas Mirza. Los Chegani, que habían tratado de romper el asedio a Mashhad del ejército de Ali Qoli Khan Šamlu, se apresuraron a unirse a la expedición del sha Khodabanda.[16] Ante el tamaño de las fuerzas del sha, los comandantes de Abbas Mirza optaron por replegarse a sus feudos y esperar una mejor ocasión para contraatacar. El príncipe de Herat envió espías kurdos al campamento real de Taibad, pero no pudieron averiguar que se estaba tramando; sin embargo, los agentes de Khodabanda sí pudieron recopilar información decisiva, con lo que el ejército del sha sorprendió al de su hijo en Gurian (1583) y le obligó a refugiarse en la ciudadela de Herat. [17]
Aunque el sha Khodabanda había arrinconado a Abbas Mirza en Herat, una invasión otomana de las provincias occidentales obligó al soberano a negociar un tratado de paz muy favorable a los rebeldes: Abbas Mirza renunció a la corona y, a cambio, Ali Qoli Khan Šamlu siguió siendo el gobernador de Herat y se decidió destituir al gobernador leal de Mashhad.[18] Poco después, el antiguo rebelde Morshed Qoli Khan Ástaÿlu, tomó el control de la ciudad santa y se apresuró a reforzar sus lazos con los líderes políticos de la región, entre otros con Budag Khan Chegani, con cuya hija se casó.[19]
Con un sha Khodabanda más preocupado por la amenaza otomana que por otros menesteres, no tardó en surgir un nuevo conflicto en el Jorasán entre la facción de Mashhad y la de Herat, cuyos líderes no mucho antes habían sido aliados. En esta ocasión el gobernador de Mashhad, Morshed Qoli Khan Ástaÿlu, fue capaz de hacerse con el control de Abbas Mirza y llevárselo a su ciudad (1585). El nuevo regente del príncipe hizo un llamado a todos los emires de la provincia, esperando reconstituir la Corte, pero tuvo poco éxito entre los miembros del clan Šamlu;[20] uno de los pocos del séquito de Abbas Mirza que acudió a Mashhad fue el mismo Ganj Ali Beg Zig, a quien se recompensó con título de Ganj Ali Khan. [21]
Al poco tiempo, la inestabilidad política en la capital imperial y un ataque uzbeko sobre Herat, dieron la oportunidad a Morshed Qoli Khan Ástaÿlu de recuperar el proyecto imperial de Abbas Mirza, que había sido enterrado en 1583. Junto con el príncipe heredero y unos pocos centenares de soldados, el gobernador de Mashhad marchó hacia occidente y derrocó al sha Khodabanda (1587), poniendo fin sobre el papel, a uno de los periodos más convulsos de la historia safaví.

Rebelión de Budag Khan y Hasan Mirza (Del autor)
3. El reinado del sha Abbas
Cuando Abbas Mirza ocupó definitivamente el trono, en 1587, lo hizo con la ayuda de una heterogénea coalición de qezelbaš y otros líderes tribales del Jorasán organizada por Morshed Qoli Khan Ástaÿlu. Entonces, Budag Khan Chegani ya era uno de los señores de la guerra más poderosos de la frontera con Asia Central, mientras que Ganj Ali Khan Zig era uno de los personajes más preeminentes del séquito del joven sha; no consta que los dos kurdos tuvieran ningún tipo de relación particular.
Pronto surgieron desavenencias en la coalición que había ganado el trono, principalmente debido a la necesidad del sha Abbas de gobernar el imperio en solitario. Ordenó la ejecución de Morshed Qoli Khan Ástaÿlu y arrebató la gobernación de Mashhad al hermano de aquel; luego, para conservar la red de alianzas regional, hizo a Budag Khan Chegani gobernador de Mashhad, “amir al-umara” (comandante en jefe) de las fuerzas del Jorasán y le entregó la custodia de su hijo recién nacido Sultan Hasan Mirza (1588). A pesar del considerable ascenso, no tardó Budag Khan Chegani en traicionar al sha.
La rebelión se produjo al poco tiempo de haber regresado el sha Abbas a Qazvín, tras no haber logrado organizar un contraataque efectivo contra los uzbekos que habían conquistado Herat. Sintiéndose con pocos apoyos en Mashhad, Budag Khan se marchó con él bebe Sultán Hasan Mirza a Kabushan, donde contaba con una importante base de apoyo tribal. Los motivos de esa decisión no están claros: o bien fue una decisión del kurdo, que esperaba servirse de Sultan Hasan Mirza (u otro príncipe safaví) y de la coalición de emires del Jorasán para desafiar a un sha que consideraba indigno; o bien pudo ser el temor a su propia destitución, pues los qezelbaš Ástaÿlu que habían apoyado al sha contra Morshed Qoli exigían quedarse Mashhad, al príncipe y destinar a Budad Khan a la gobernación occidental de Hamedan.[22]
En todo caso, parece que los hijos de Budag Khan le habrían convencido para que se alzara contra el sha Abbas. El soberano, temeroso que a la invasión uzbeka se le sumara una rebelión generalizada de los qezelbaš, envió a uno de sus hombres de confianza a Kabushan para tratar de llegar a un acuerdo y designó a un Ástaÿlu como administrador de Mashhad y amir al-umara de la provincia.[23] Budag Khan rechazó las órdenes del sha e hizo un llamamiento a los emires de la antigua coalición para marchar en la primavera de 1589 sobre Mashhad y arrebatársela a los Ástaÿlu.[24]
Los objetivos finales del caudillo kurdo no están claros pues, para cuando se escribió la crónica oficial de Eskander Beg Munshi, ya había sido políticamente rehabilitado, con lo que sus crímenes más graves pudieron haber sido ocultados: el caso es que, actuando como amir al-umara del Jorasán y guardián del heredero Sultán Hasan Mirza, reunió efectivamente un ejército para conquistar Mashhad a los leales del sha Abbas. Es una posibilidad, dada su amistosa correspondencia con rebeldes al servicio de Rostam Mirza (un safaví que competía con el sha), que tuviera planeado proclamar un sha que se adecuara a sus ambiciones.[25]
Fue desafortunado Budag Khan pues, antes de haber podido atacar Mashhad, una imprevista expedición uzbeka por Kabushan le hizo regresar a su feudo y, tras una accidentada y evitable batalla con los uzbekos, el ejército de Budag Khan se dispersó derrotado. El líder kurdo se apresuró a retomar el contacto con los Ástaÿlu de Mashhad y, para reconciliarse con el sha Abbas, envió a la Corte a su hijo Husein Ali (probablemente llevando consigo al bebé Sultán Hasan Mirza).[26]
El sha Abbas no olvidó la rebelión de sus súbditos kurdos y pronto inventó un pretexto para asesinar a Husein Ali Chegani y atacar uno de los campamentos del clan (1590); tras los combates, pero, claro que el sha seguía necesitando a Budag Khan para sostener la guerra contra los uzbekos en el norte del Jorasán, de modo que recompensó al primogénito de los Chegani, Hasan Ali, con la gestión de Hamadán.[27] Fue una decisión oportuna pues, además de conquistar Mashhad a sangre y fuego, los uzbekos avanzaron sobre el resto de ciudades del Jorasán, siendo solo retenidos en Esfarain durante cuatro meses por la defensa numantina de los qezelbaš y los kurdos (1591).[28]
La lucha en el Jorasán se prolongó varios años más, no pudiendo ni el sha Abbas ni los uzbekos obtener una ventaja significativa: en 1596 Budag Khan Chegani fue destinado a la fronteriza ciudad de Esfarain, mientras que su hijo Hasan Ali terminó en Bestam (actual provincia de Semnán). Otros miembros del clan mandaron en Sabzevar y Merv.[29] Esta implicación del clan Chegani, y la ausencia de purgas o rebeliones, evidencian su sincero compromiso con la causa del sha Abbas.
Pero al sha Abbas no le bastaba con recuperar a los miembros de la antigua coalición que le había llevado al trono; si quería expulsar a los uzbekos del Jorasán iba a necesitar compromiso pleno de los gobernadores de las provincias cercanas. Un ejemplo claro de poca colaboración habían sido los qezelbaš del clan Afshar, quienes desde Kerman habían evitado implicarse en la guerra del Jorasán y, cuando lo habían hecho en 1592, había sido en beneficio del príncipe rival Rostam Mirza.[30]
En 1597 Ganj Ali Khan Zig dejó el servicio personal del sha y fue gratificado con el gobierno de la provincia de Kerman, que había estado dominada por los Afshar desde el comienzo de la dinastía safaví. Con órdenes de poner los recursos de la provincia al servicio del sha y acudir ahí donde fuera menester con sus tropas, Ganj Ali Khan trasladó numerosos kurdos a su gobernación. La buena predisposición del caudillo Zig llevó a que, pocos años después, junto con sus hijos Shāhruj Beg i Ali Mardan Beg, administrará un territorio de 1 millón de km2.[31] [32]
Apenas un año después la guerra por el Jorasán se reactivó con gran violencia, falleciendo Hasan Ali Chegani en los combates de Bestam. [33] La fortuna sonrió al sha Abbas al poco tiempo, pues tanto el soberano uzbeko como su heredero fallecieron, dejando los territorios que habían ocupado en una situación prácticamente anárquica. El dirigente safaví ordenó a Budag Khan Chegani que dirigiera sus fuerzas contra las ciudades uzbekas de Corasmia (al norte del Jorasán), mientras indicaba a Ganj Ali Khan Zig que, con los hombres que tuviera disponibles, avanzara sobre Herat.[34]
El gobernante uzbeko de Herat, creyendo que se enfrentaba a una iniciativa solitaria de Ganj Ali Khan, se preparó para la batalla, pero a la hora de la verdad terminó enfrentado al ejército completo del sha Abbas. El desastre uzbeko de 1598 fue mayúsculo, perdiéndose todas sus conquistas del Jorasán y quedando algunos de sus reyes en Asia Central en situación de vasallaje. Tras la exitosa campaña, Ganj Ali Khan regreso a su gobierno de Kerman, y Budag Khan Chegani fue premiado brevemente con el de Mashhad.[35]
La relativa pacificación de la frontera nor-oriental supuso una menor presencia de los Chegani en las crónicas oficiales del sha Abbas; pero este no fue el caso de Ganj Ali Khan Zig, que ocupó un puesto de gran responsabilidad en la política oriental del sha. Respecto a la ciudad de Kerman, se embarcó en un proyecto constructivo muy ambicioso en el centro, para el que requirió la expulsión de familias de la zona; estas expusieron sus quejas al sha Abbas, pero este, tras comprobar personalmente las motivaciones de su gobernador, afirmó: “las quejas de la gente acaban, los monumentos se quedan”.[36]
En 1611 Ganj Ali Khan envió a sus tropas kurdas a las tierras baluchis de Makrán, implicándose además en las bandosidades de la ciudad de Bampur. Dos años después sometió a los líderes tribales de la zona, castigando a los más recalcitrantes y actuando con clemencia ante aquellos que se hubieran convertido al chiismo safaví.[37] [38]
Obediente al mandato del sha Abbas, envió a su hijo Shāhruj Beg o acudió él mismo con tropas a las guerras contra los otomanos en el Cáucaso, donde murió su primogénito de forma accidental en una de las campañas. Tras la conquista de Qandahar (1622), el sha Abbas designó a Ganj Ali Khan Zig como el flamante gobernador de esta estratégica ciudad; su hijo Ali Mardan Beg se encargó desde entonces de gestionar Kerman y, cuando su padre ya no pudo seguir al frente de Qandahar (1624), pasó a gobernar dicha ciudad e incluso fue honrado por el sha Abbas con la denominación de “Baba 2” (segundo padre).[39]

Sha Abbas I y su Corte. (Wikimedia Commons)
4. Los sucesores del sha Abbas
A la muerte del sha Abbas, se extendían dominios kurdos (entremezclados con turcos qezelbaš) por toda la frontera norte del Jorasán, así como en el estratégico enclave de Qandahar, cuya posesión irritaba a las autoridades mogolas de la India. El sha Safi (r. 1629-1642), nieto del anterior soberano, compartía su estrategia imperial, pero no confiaba en los mismos hombres.
El líder del clan Zig, ahora conocido como Ali Mardan Khan, era bien consciente de la hostilidad del nuevo sha y pronto inició conversaciones secretas con las autoridades del imperio mogol. Tras haber eliminado al resto de disidentes, el sha Safí exigió al jefe kurdo que acudiera a la capital para rendir cuentas de su gestión al frente de Qandahar, pero Ali Mardan Khan entregó la ciudad al imperio mogol y se trasladó a la India con los miembros de su clan (1638).[40] [41]
A pesar de esta significativa deserción, el imperio safaví mantuvo su política de desplazar kurdos a la frontera oriental, si bien ningún clan volvió a ocupar posiciones de tanta responsabilidad. Incluso, tras la muerte del sha Abbas se autorizó paulatinamente a alguna de las tribus desplazadas regresar a sus tierras de origen, reasentándose en sitios como Dersim (actual Turquía) y llevando nuevas tradiciones religiosas a la zona, surgidas de su contacto con los qezelbaš. [42]
El sha Abbas II (r. 1642-1666), tras abortar un proyecto de alianza entre Solimán Khan (gobernante de los kurdos de Ardalan) y el imperio otomano, tomó la precaución de exiliarlo a la ciudad sagrada de Mashhad, mientras permitía al hijo de este seguir mandando al clan en occidente.[43] Sheij Ali Khan Zanganeh, un kurdo sunita que ejerció como Gran Visir del sha Solimán (r. 1666 – 1694) durante dos décadas, ante las evidencias de inconformidad política y corrupción en Kerman, destinó a nuevos oficiales kurdos para su gobierno.[44]
Con el colapso de la dinastía safaví (1722), bandas guerreras kurdas en las provincias occidentales participaron activamente a favor de uno u otro candidato al trono, sin importar si este pertenecía al linaje imperial safaví. En el Jorasán la situación no fue muy diferente y los clanes de la frontera norte y de Mashhad se integraron en la Corte de Shāhruj Afshar (r. 1748-1796), un joven que debía el trono a su abuelo conquistador (el famoso Nader Sha) y al hecho que su madre era una princesa safaví. En 1750, las tribus de Mashhad, entre las que se encontraban kurdos, derrocaron al soberano en favor de Solimán II, que también descendía de los safavíes por vía materna; si bien su control del trono fue breve, pues muchas de las tribus acabaron devolviendo el trono a Shāhruj Afshar.[45]
Como hemos visto, la estrategia safaví de desplazar a kurdos a la frontera oriental fue muy habitual, tanto para aliviar las tensiones políticas de su tierra originaria como para servirse de su tradición bélica para frenar las incursiones de pueblos esteparios como los uzbekos. Aunque no fue el único soberano en hacerlo, el sha Abbas confió en ciertos miembros de la comunidad kurda, pese a no ser qezelbaš, para gestionar algunas de las ciudades más importantes de la región como Mashhad, Kerman y Qandahar.
Notas
[1] Madih, A. “The Kurds of Khorasan”, Iran and the Caucasus, 2007, p.11
[2] Yamaguchi, A. “Shah Tahmasp’s Kurdish Policy”, Studia Iranica, Vol. 41, No. 1, 2012, p. 123
[3] Eskander Beg Munshi, contemporaneo del sha Abbas, de un listado de 72 notables del imperio safaví, identificó a 59 como turcos (gezelbash) y a 10 de, presuntamente, origen kurdo. (VVAA (trad. Minorsky, V.) “Tadhkirat al-Muluk: A Manual of Safavid Administration”, Edinburgh University Press, 1980, p. 15)
[4] Ibid, pp. 14-16
[5] Oberling, P. “Čegīnī”, Encyclopaedia Iranica, 1990, (https://iranicaonline.org/articles/cegini-or-cegani-a-tribe-that-originated-in-northwestern-persia-but-is-now-scattered-in-luristan-the-Qazvín-region-and-fa)
[6] Matthee, R. “Relations between the Center and the Periphery in Safavid Iran: The Western Borderlands v. the Eastern Frontier Zone”, The Historian, Vol. 77, 2015, p. 441
[7] Yamaguchi, A. “Shah Tahmasp’s Kurdish Policy” p. 118
[8] Oberling, P. “Čegīnī”
[9] Yamaguchi, A. “Shah Tahmasp’s Kurdish Policy”, p.118
[10] Ahmad Ali Khan-i Vaziri, “Tarikh-i Kirman”, Vol. 2, Saqafi Iran, 1997, p. 616
[11] En la cronica oficial solo es denominado Budag Beg, pero, debido a su presencia en la región, asumo que se trata del Chegani y no de un emir gezelbash (Eskander Beg Munshi (trad. Savory, R.), “Almara-ye Abbasi” (Vol.II), Westview Press, 1930, p. 351)
[12] En aquel periodo, las escasas oportunidades de promoción a puestos de la Corte llevaban a que clanes los relegados fueran más propensos a asaltos violentos al poder (Reid, J.J. “Tribalism and Society in Islamic Iran, 1500-1629”, Undena Publications, 1983, p. 52)
[13] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. II), p.653
[14] Qazi Ahmad Qomi, “Afzale Tavarikh”, Moaseseb entesharat wachape daneshgahe, 1984, p.674
[15] Mollayalaledin Mowayyem, “Tarikhe Abbasi shamele bagaeie darbar Shah Abbas Safavi”,
Publication Bahid, 1987, p.53
[16] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. I), pp.406-407
[17] Qazi Ahmad Qomi, “Afzale Tavarikh”, pp. 736-737
[18] Afushta Natanzi. “Naghavat-al-athar fisckre akhiar dar tarikhe safaví”. Ed. Ishraqi, I.
Bungah-i Tarjuma va Nashr-i Ketab, 1971, p.142
[19] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. I), pp.426-427
[20] Ibid, p.437
[21] Ahmad Ali Khan-i Vaziri, “Tarikh-i Kirman”, p. 616
[22] Qazi Ahmad Qomi, “Afzale Tavarikh”, p.886
[23] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. II), p.579
[24]Ibid, p.584
[25] Qazi Ahmad Qomi, “Afzale Tavarikh”, p.887
[26] No todos los emires optaron por volver a la obediencia al sha Abbas: hubo algunos que marcharon al sur del Jorasán para ponerse al servicio de Rostam Mirza (Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. II), p. 664)
[27] Oberling, P. “Čegīnī”
[28] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. II), pp.617-618
[29] Oberling, P. “Čegīnī”
[30] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi” (Vol. II), pp.629-631
[31] Ahmad Ali Khan-i Vaziri, “Tarikh-i Kirman”, p. 618, 622
[32] Matthee, R. “Loyalty, Betrayal and Retribution: Biktash Khan, Ya’qub Khan and Shah Abbas
I’s strategy in establishing control over Kirman, Yazd and Fars”, Ferdowsi, the Mongols and the
History of Iran. Art, Literature and Culture From Early Islam to Qajar Persia. Londres: I.B.Tauris, 2013, p. 197
[33] Oberling, P. “Čegīnī”
[34] Eskander Beg Munshi, “Almara-ye Abbasi”, pp. 753-754
[35] Oberling, P. “Čegīnī”
[36] Ahmad Ali Khan-i Vaziri, “Tarikh-i Kirman”, Vol.1, p. 60
[37] Matthee, R. “Relations between the Center and the Periphery”, p. 441
[38] Ahmad Ali Khan-i Vaziri, “Tarikh-i Kirman”, p. 625
[39] Ibid, pp. 625, 627, 630
[40] Bernier, F. “Travels in the Mughal Empire (1656-1668)”, Oxford University Press, 1916, p.184
[41] Afzal Khan, M. “Ali Mardan Khan. A Great Iranian noble of Shah Jahan”, Proceedings of the Indian History Congress, Vol. 44, 1983, p.199
[42] Suavi, A. “A Survey of the Roots and History of Kurdish Alevism: What Are the Divergences and Convergences between Kurdish Alevi Groups in Turkey?” Kurdish Studies Archive, No. 8, 2020, pp. 27-28
[43] Matthee, R. “Relations between the Center and the Periphery”, p. 448
[44] Ibid, p. 442
[45] Perry, J.R.,“The Last Safavids, 1722-1773”, Perry, Iran, Vol. 9, 1971, pp. 65-66