La tensión entre la herencia zoroastriana y el Islam en Irán: una nueva perspectiva
Febrero 2023
Guillermo Martínez Rabadán
Abstract
Since the Islamic conquest of Iran persistent elements of Zoroastrian Iran have proved controversial for Islamic dogmas imposed by different dynasties until the eighteenth century.
The Qayar regime and under the Pahlavi regime, a policy of secularization that promoted the Zoroastrian heritage tried to awake Islam. This policy would later be persecuted by the Islamic Republic.
However, it would be interesting to expose the different elements in the confluence between the zorostriana heritage and Islam in Iran what could allow a glimpse of a possible perspective to set aside mutual hostility looms.
Thus we believe that, in all studied areas of confluence between the Zoroastrian identity and Islamic, we believe it is in the religious conception where this relationship is given, therefore we consider necessary to emphasize this element as an example of syncretism between both identities. This way we suppose that we could demonstrate that both elements are not incompatible in shaping Iranian identity.
Key words: Zoroastrian heritage, Islam, Iran, relationship
Desde la conquista islámica de Irán la persistencia de elementos del Irán zoroastriano han resultado controvertidos para los dogmas islámicos impuestos por las diferentes dinastías hasta el siglo XVIII. El régimen de los Qayar y bajo el régimen de los Pahlevi, se impulsó una política de secularización que promovió la herencia zoroastriana en detrimento del Islam, más tarde
perseguida por la República Islámica.
Sin embargo, sería interesante exponer los diferentes elementos en los que se vislumbra la confluencia entre la herencia zoroastriana y el Islam en Irán de forma que permita vislumbrar una posible perspectiva que anule la hostilidad mutua.
De esta forma consideramos que, de todos los ámbitos de confluencia entre la identidad zoroastriana y la islámica estudiados, creemos que es en el religioso donde más se da esta relación, por tanto consideramos necesario destacar este elemento como ejemplo de sincretismo entre ambas identidades. De esta forma creemos poder demostrar que ambos elementos no son incompatibles en la configuración de la identidad iraní.
Palabras clave: Herencia zoroastriana, Islam, Irán, relación.
Introducción
La tensión entre la herencia del zoroastrismo y el Islam en Irán se puede remontar a los primeros tiempos de la conquista islámica. Parece ser que el hecho de que buena parte de antigua nobleza sasánida, conocidos como dehqans, se convirtieron a la nueva fe del conquistador para poder preservar sus privilegios, contribuyó en buena medida a la preservación de la cultura y lengua del extinto imperio persa (Spuler, 2015: 130).
Tras la victoria de los abbasíes1 estallarían una serie de revueltas en Irán líderadas por auto- proclamados profetas2 defensores de creencias pan-iraníes en las que quedó patente la diferencia entre la antigua identidad persa pre-islámica y el Islam recién implantado.
Las diferentes dinastías que reinaron Irán evidenciaron un diálogo entre el pasado pre-islámico zoroastriano y el Islam. Los Safavíes3, los Qayar4, y finalmente el régimen de los Pahlevi, no pudieron obviar la herencia del Irán sasánida y mostraron una actitud reivindicativa hacia este pasado. Sin embargo, mientras que los safavíes fundaron su dinastía reivindicando ante todo su carácter shií, los Qayar marcaron una diferencia con los anteriores, ya que comenzaron a reivindicar un pasado zoroastriano de carácter secular, empleando la arqueologia (Daryaee, s.d: 39-40), o elevando el estatus de la minoría zoroastriana ( Foltz, 2011: 74, Fozi, 2015: 23).
La instauración de la dinastía Pahlevi por parte de Reza Shah supuso un nuevo impulso a una política nacionalista basada en la reivindicación del esplendor preislámico en detrimento de la identidad islámica, retomando de esta forma las políticas que ya iniciaron los Qayar; cambiaron el calendario islámico por el zoroastriano, favorecieron la promoción de la minoría zoroastriana como vestigio viviente del esplendor del Irán preislámico, y promovieron la celebración de las ceremonias de origen preislámico, como el Nowruz,5 el Chaharshanbe Suri6 y el Shab-e Yalda.7
Con el estallido de la Revolución islámica, la perspectiva del nuevo régimen dirigido por los ayatollahs hacia la cultura preislámica cambió por completo. Por una parte suponía una reacción hacia uno de los símbolos del antiguo régimen, por otra parte se basaba en una visión extremista del Islam basada en la eliminación de todo lo que tuviera relación con la Yahiliya.8 Así comenzó una campaña de represión contra cualquier manifestación que reivindicara la cultura del pasado preislámico de Irán, que persiste en la actualidad.
Sobre esta polémica se ha escrito desde distintos puntos de vista, puesto que se trata de un tema que conlleva una carga ideológica ineludible como veremos.
Estado de la cuestión
La controversia sobre la tensión entre la herencia zoroastriana y el Islam en Irán ha sido tratada por diversos autores desde distintas perspectivas y con diferentes objetivos, ya que algunos utilizan estos temas como un tema de oposición hacia el régimen islámico, mientras que otros, simplemente han analizado la cuestión desde un punto de vista lo más objetivo posible, extrayendo conclusiones bastante cautas. Cabe decir que en referencia a dicha controversia en el Irán actual no existe una literatura específica muy diversa.
Algunos tratan la cuestión remontándose al pasado. En una obra de 1998 editada por Richard Hovannisian y George Sabagh titulada The Persian Presence in the Islamic World diversos autores tratan sobre la influencia iraní en el mundo islámico. Uno de los artículos más destacados de esta extensa obra es la del iranólogo Ehsan Yarshater, quien realiza un repaso de la literatura referente a la impronta persa en el mundo islámico. Hay que destacar que este autor considera muy relevante la presencia persa en el Islam, hasta el punto de considerar el renacimiento iranio a partir del siglo XII como más importante que los primeros siglos del Islam.
Respecto a la cuestión que nos atañe, Ehsan Yarshater habla de la adopción de costumbres del Irán sasánida en la cultura cortesana, literaria e incluso religiosa de la civilización islámica. Menciona, citando al tratadista del siglo IX, al-Yahiz, que la recepción de los aspectos de la cultura preislámica iraní no han sido siempre bien vistos por los musulmanes; en concreto, el citado al- Yahiz atacaba de forma mordaz y sarcástica la mera presencia de los iranios en la administración de los califas abbasíes, describiéndoles como personajes esnobs, nostálgicos y rencorosos, por persistir en sus costumbres ancestrales.
Otro autor que ha tratado la cuestión de la tensión entre la herencia zoroastriana y el Islam ha sido Shaul Shaked, quien en una compilación de sus artículos e investigaciones publicado en 1995 titulado From Zoroastrian Iran to Islam: Studies in Religious History and Intellectual Contacts, y citando a destacadas autoridades sobre este tema como Goldziher y Markwat, menciona aspectos de controversia en el Islam sobre la adopción de costumbres preislámicas zoroastrianas, en concreto recuerda los numerosos hadices referentes a evitar la adopción de costumbres persas, cita el hadiz que insta a evitar la compañía de perros o adoptar productos de lujo persas o celebrar el Nowruz (XII, 148-149). Cabe destacar su cautela a la hora de establecer las influencias de uno a otro, considerando su propia investigación demasiado especulativa.
Touraj Daryaee (s.d) nos introduce en la polémica enfocado en un período más reciente, coincidiendo con la aparición del nacionalismo, en un artículo titulado Persianate Contribution to the study of antiquity; E’temad al-Saltaneh’s nativitation of the Qayar’s, describe el interés surgido entre los propios iraníes en el siglo XIX por el pasado preislámico. En concreto habla de cómo se emplearon los trabajos del geógrafo y arqueólogo Mohammad Hasan Khan E’temad al-Saltaneh para fabricar una genealogía netamente irania de esta dinastía de origen turco. Lo interesante del artículo de Daryaee es que revela cómo este renovado interés por la antigüedad de Irán coincide con el auge de los nacionalismos, y en concreto, un nacionalismo desligado de la religión. En este mismo artículo se menciona a dos importante autores que fueron partidarios de un nacionalismo que no sólo era hostil al Islam sino también a los árabes.9
Richard Foltz (2011) nos aporta la perspectiva de la minoría zoroastriana sobre esta cuestión. Alega que sufrieron una persecución sangrienta por parte de las primeras dinastías islámicas, y que a pesar de su rehabilitación bajo la dinastías de los Qayar y los Pahlevi, tras la Revolución Islámica de 1979 en Irán, se reanudó la persecución contra ellos, obstaculizando su vida tradicional. De esta forma muchos han tenido que emigrar, sin embargo, sus condiciones de vida han mejorado en los últimos años.
Respecto a los autores que tratan de forma más específica esta controversia en el Irán actual, cabe mencionar a Abbas Milani (2011), autor de un artículo sumamente tendencioso en el que critica al régimen islámico comparando la revolución islámica de 1979 con la invasión árabe de 651. Milani considera que al igual que los iraníes del siglo VII resistieron la asimilación a los árabes y rechazaron su modelo de Islam, los ciudadanos del Irán contemporáneo se resisten a someterse a los intentos del régimen de imponer un Islam extremista.
Navid Fozi (2014), antropólogo enfocado a las minorías religiosas en Irán, en un trabajo de campo sobre la minoría zoroastriana centrado en los esfuerzos de dicho grupo por no perder su identidad entre la predominante mayoría musulmana shií, menciona la persecución de las fiestas preislámicas por parte del régimen, como el Nowruz o el Chaharshanbe Suri y cómo muchos iraníes están olvidando estas festividades y adoptando otras extranjeras, como la de San Valentín (107- 108). No obstante, destaca cómo muchos iraníes pertenecientes a la comunidad mayoritaria han mostrado interés por este tipo de celebraciones como una forma de contrarrestar el islamismo totalitario del régimen. Del mismo modo, de parte de los zoroastrianos, a pesar de que Fozi insiste en su estatus de una comunidad aislada que enfatiza sus diferencias con el grupo mayoritario, alega que muchos de ellos desean una comunidad iraní unida que preserve una serie de tradiciones ancestrales comunes a todos los iraníes y que incluso puede percibirse en el misticismo del Islam iraní.
Este mismo antropólogo (2016) comenta la última controversia sucedida durante los últimos años de la política del presidente Mahmud Ahmadineyad en la que, debido a las disputas existentes con el poder, empleó una retórica en la que rememoraba el esplendor pre-islámico de Irán, calificando a grandes figuras como el rey Darío como gobernante justo o realizando discursos grandilocuentes en las ruinas de Persépolis, en un intento por fusionar elementos de la escatología shií con las grandes figuras de la historia pre-islámica de Irán, que fue muy criticado por el ayatollah Ali Jamenei, Líder Supremo10 del país. Fozi concluye que Ahmadineyad tan sólo empleó este recurso como una forma de mostrar cierta disconformidad con el poder del Líder Supremo del país (248). No obstante, este autor nos aproxima ya al planteamiento de la idea que intentaremos defender en este trabajo.
Justificación y objetivo
Cabe decir que pocos han tenido en cuenta el trasbordo confesional y cultural del zoroastrismo al Islam iraní como un medio desde el que se podría resolver la disputa actual de la ya mencionada controversia. Nos proponemos a mostrar una nueva perspectiva desde la que podría basarse la identidad iraní, no basada en la confrontación entre una acepción “laica” del esplendor del pasado pre-islámico y un Islam rigorista disolvente con las tradiciones previas, sino en la que destaque la relación entre ambos elementos.
De esta forma, vemos cómo la cuestión de la que partimos para realizar nuestro trabajo abarca ámbitos referidos a cuestiones relacionadas con la identidad nacional. Sin embargo, la teoría que modestamente pretendemos exponer tendrá relación con cuestiones de relación y confluencia entre las dos entidades enfrentadas. Por esta razón será necesario adaptar un marco teórico referido tanto a construcción de identidades como a ámbitos de influencia cultural o religiosa.
Marco teórico
Para abordar un tema como el que nos proponemos, debemos tener en cuenta algunos planteamientos teóricos relacionados tanto con las cuestiones de identidad nacional como acerca de relaciones de influencia de una cultura o religión a otra. Para ello hemos creído oportuno considerar la obra de Benedict Anderson (1993) Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo, para comprender mejor la cuestión de la controversia identitaria del nacionalismo iraní.
Partiendo de la perspectiva de este autor, debemos tener en cuenta que la construcción de la identidad nacional es tan sólo una elemento imaginado por un colectivo de población y, por tanto, es difícil entenderla como una ideología al uso. Además, también hay que tener en cuenta, como apunta el propio Anderson, la cuestión de la lengua como un elemento fundamental en la fabricación de la nación. Ya hemos visto cómo el empeño deliberado de introducir o eliminar arabismos en la lengua persa es fundamental en la elaboración de la comunidad imaginada. De esta forma debemos ser conscientes de que cualquier proposición que realicemos acerca de la identidad es tan solo una construcción imaginada.
Por otra parte, hay que contar con que parte de nuestra labor en la proposión de una nueva perspectiva sobre la identidad nacional iraní basada en la relación entre la herencia zoroastriana y el Islam, se basa en las posibles influencias que una cultura ha tenido sobre otra. Para empezar, hay que tener en cuenta que el zoroastrismo es más antiguo que el Islam, con lo que el influjo del primero sobre el segundo a primera vista parece muy probable. Sin embargo, debemos percatarnos de un importante detalle; la cuestión de las influencias entre unas culturas o religiones y otras ha sido muy polémica.
John R. Hinnells (2000) ha tratado la metodología respecto a investigaciones, concretamente en referencia a la posible influencia del zoroastrismo en el cristianismo. La controversia viene dada porque la palabra influencia implica una posible deuda de uno sobre otro, pero este experto en las ciencias religiosas considera que el concepto de “influencia” puede tener diversas acepciones. Puede indicar la imitación consciente de las ideas de otros o la alteración inconsciente de creencias. También puede contribuir al desarrollo de las ideas que uno ya tiene, o incluso, pueden animar a alguien a oponerse a una idea.
Los diversos ámbitos de relación entre el legado del antiguo Irán zoroastriano y la del Irán islámico moderno que nos proponemos presentar pueden ser interpretados como ámbitos de influencia, sin embargo, es necesario que lo comprendamos desde la perspectiva de Hinnells, es decir, entendiendo la influencia zoroastriana en el Irán islámico como un concepto amplio no
basado en el concepto simplista de que “el islam iraní incorporó acríticamente elementos zoroastrianos,” sino en que se basó en un concepto más complejo y extenso como se irá viendo.
Teniendo en cuenta dicha perspectiva teórica, será necesario no sólo contar con fuentes específicas que nos ayudan a elaborar nuestra idea y a defender nuestro objetivo, sino también con unas técnicas de investigación muy precisas.
Metodología
Para elaborar este artículo necesitamos reunir bibliografía especializada que trate sobre las relaciones entre la cultura pre-islámica zoroastriana y la cultura islámica en Irán.
Para comenzar, emplearemos bibliografía específica basada en las características de las dos confesiones religiosas. Esto incluye la escatología, la cosmovisión entre materia y espíritu, y algunos rituales religiosos, así como también fuentes especializadas en el Islam shií. La autoría de dichas fuentes está formada por destacadas autoridades enfocadas en el mundo persa y su relación con el Islam, como la del filósofo místico Henry Corbin, cuya obra Cuerpo Espiritual y Tierra Celeste (1996) será empleada profusamente en este apartado. El compendio de artículos del iranólogo Shaul Shaked, From Zoroastrian Iran to Islam: Studies in Religious History and Intellectual Contacts, será también importante tanto en cuestiones de escatología y cosmovisión espiritual como en el apartado referente al ceremonial y protocolo. Del mismo modo, del también iranólogo Ehsan Yarshater, utilizaremos un artículo específico titulado “Ta’ziyeh and pre-islamic mourning rites in Iran” (1979). Respecto a la bibliografía enfocada a la doctrina shií, emplearemos el ensayo del sheij Seyyed Allameh Tabatabai, El Islam Shiíta (2005) y la obra de Yann Richard El Islam Shií (1996), mediante las cuales intentaremos argumentar la relación entre esta rama del Islam y el mazdeísmo. Algunas fuentes adicionales como la carta del último shah sasánida Yazdegerd III al califa Omar ibn Jattab nos ayudarán a reforzar nuestra idea.
En la siguiente parte analizaremos la perspectiva que hemos venido a llamar “social”, puesto que no se basa tanto en análisis académicos o científicos sobre cuestiones espirituales o históricas sino en puntos de vista más personales sobre la cuestión de nuestro trabajo. Por una parte, veremos la visión que tiene la minoría zoroastriana de Irán, y para ello emplearemos la obra del antropólogo Navid Fozi, Reclaiming the Faravahar: Zoroastrian Survival in Contemporary Tehran editada en 2014, y un interesante artículo de la también antropóloga Sabine Kalinock (2004) que reforzaría la idea de ceremonias comunes entre zoroastrianos y shiíes.
La técnica de investigación que hemos considerado más conveniente y de mayor eficacia ha sido la elaboración de reseñas sobre dicha bibliografía específica. Consideramos que esta actividad nos ha ayudado a sintetizar y digerir lo más ampliamente posible estas lecturas. De esta forma creemos haber adquirido mayor destreza a la hora de exponer y defender nuestro tema de trabajo. Una vez realizada esta síntesis, hemos llevado a cabo un estudio comparado entre las diferentes perspectivas sobre el tema que tratamos que, como veremos a continuación, nos ha aportado una diversidad de ideas mediante las que creemos poder sostener nuestra idea.
Contenido
1. La confluencia entre el zoroastrismo y el Islam en la religión
Existe una diversidad de autores (Shaked, 1995, Corbin, 1996, Yarshater, 1998) que han tratado la relación entre el zoroastrismo y el Islam, particularmente el shií. Cabe decir que, aunque la Shía constituye una parte del Islam y, como la propia fe islámica, nació en un ambiente netamente árabe (Richard, 1996: 103), Irán ha sido desde la conquista islámica un lugar propicio a las tendencias religiosas shiíes (Spuler, 2015: 125). La proclamación oficial por la dinastía safaví de la fe shií tan sólo fue el sello por el que acabó convirtiéndose en un elemento inseparable de la cultura iraní.
1.1 Escatología y cosmovisión espiritual
Es necesario indicar que los temas tratados son muy diversos y abarcan distintos ámbitos. Uno de ellos es el de la visión escatológica, en cuyo carácter se encuentran diversos elementos en común. Para empezar, al igual que el Islam, el zoroastrismo es una religión monoteísta, la creencia en un único dios del que parte la creación, tanto sus elementos espirituales como materiales, lo visible y lo invisible, es un dogma fundamental de la fe mazdeísta. Ya en la famosa carta de Yazdegerd III último sha sasánida al califa Omar ben Jattab, el monarca iraní recuerda que el monoteísmo proclamado por los árabes no constituye ninguna novedad en un país donde constituye un dogma de fe desde hacía mil años11. Ahora bien, tiene una serie de matices que los distinguen del Islam, al menos de su vertiente sunní.
Tanto Henry Corbin como Shaul Shaked, han tratado la cosmovisión dualista entre el getig y el menok, es decir, la división entre materia y espíritu que describen los textos pahlévicos del zoroastrismo sasánida recogidos en el Denkard12 (Shaked, 1995: II, 70-80), siendo este uno de los elementos comunes existentes entre el zoroastrismo y el Islam shií. Según Henry Corbin el mundo material es tan sólo la forma visible de la espiritualidad que debe ser desentrañada mediante la hermenéutica o tawil. Respecto a este punto, Corbin relaciona la cosmovisión zoroastriana con una característica de la religión shií. Por tanto, este punto es interesante porque revela un elemento de conexión entre la escatología zoroastriana y el Islam shií, de manera que podría ser una característica a destacar como punto de cohesión entre la herencia zoroastriana y la cultura islámica iraní.
1.2 El concepto de intermediación entre lo divino y lo humano
Siguiendo con las similitudes en la religión, otro de los elementos que contribuirían a crear una identidad que podría contribuir a disolver asperezas entre el pasado zoroastriano con el islámico sería la concepción de personalidades intermedias entre el mundo espiritual y el material, seres que constituyen un elemento de unión entre la tierra y el cielo.
Resulta ineludible recordar que una de las motivaciones de la religión13 de los profetas nativistas pro-iraníes que se rebelaron contra el califato de Bagdad en 750 era su desprecio por una religión, en referencia al Islam, que concebía la separación entre Dios y su creación, sin que existiera ningún vínculo excepto una revelación literal (Crone, 2012: 276). Por esta razón, algunas fuentes han calificado al zoroastrismo como un monoteísmo no monolítico y que evita la concepción de Dios como un elemento abstracto (Corbin, 1996: 39). En este sentido, se concibe la angeología como un elemento que liga el mundo terrenal con el espiritual; una forma de “ponerle cara a Dios” y que trascienda la mera revelación textual. Esto inevitablemente nos recuerda el papel de los imames en el shiísmo, ya que estos también ejercen el papel de elementos intermedios entre Dios y el hombre. Además tienen la cualidad de la perfección y del conocimiento esotérico de la Revelación divina (Tabatabai, 2005: 130-145), con lo que se trata de un ser que combina características divinas y humanas. Los profetas nativistas, en su creencia de que la esencia divina puede ser contenida en la humana, no concebían un mundo en el que no hubiese un ser intermediario entre Dios y el hombre, entre el mundo celestial y el terrenal (Crone, 2012: 232), de esta forma, podemos ver cómo esta característica de la religiosidad de Irán viene de muy atrás y ha resistido los cambios que la conquista islámica pretendió imponer.
De nuevo, este puede ser otro de los aspectos en los que se puede concebir una relación entre la escatología del pasado zoroastriano y del presente islámico shií. En lo que respecta a este punto, cabe decir que los conceptos del imamato en el shiísmo y la angeología del zoroastrismo parten de la concepción de un mundo en el que materia y espíritu no son entes separados, o lo que es lo mismo, un mundo en el que Dios no está separado de su creación. En esto, el shiísmo marca una diferencia importante con el sunnismo, ya que esta rama mayoritaria del Islam tan sólo concibe el texto Coránica como fuente principal, condenando la representación material o humana de Dios como shirk (idolatría). De esta forma, la fe shií constituye la opción de Islam que mejor se adapta a la tradición espiritual de Irán, convirtiéndose en una forma de Islam que podría considerarse compatible con la herencia zoroastriana y en una idea que podría contribuir a aliviar la tensión entre la herencia zoroastriana y la identidad islámica de Irán.
A continuación veremos cómo los propios eruditos del islam iraní son conscientes de esa herencia y de la simbiosis que se da con la fe shií. Del mismo modo es interesante ver el sincretismo planteado por Corbin y Shaked entre las grandes figuras míticas y religiosas del Islam y del Zoroastrismo.
1.3 La conciencia de transversalidad entre el zoroastrismo y el Islam
Henry Corbin (1996) hace un interesante paralelismo entre las figuras mitológicas del mazdeísmo14, como Gayomard, Zoroastro y el Saoshyant y las bíblicas Adan, Muhammad y el Mahdi. Otras fuentes alegan que este sincretismo se remonta a los tiempos pre-islámicos (Shaked, 1995; X, 253). El autor tiene en cuenta el carácter profético y redentor del zoroastrismo y no duda en compararlo con el del Islam, ligando una tradición con otra. Cabe decir que este autor es el que más asume la relación entre el zoroastrismo y el Islam shií en cuestiones escatológicas, con lo que su perspectiva resulta muy interesante a la hora de proponer un nuevo punto de vista en la relación entre el pasado pre-islámico y el Islam en Irán.
Este filósofo considera que los sheijs iraníes,15 doctores de fe islámica shií son plenamente conocedores de la espiritualidad y escatología zoroastriana (Corbin, 1996: 95), de esta forma, la espiritualidad de la antigua Persia ha sido conservada a pesar de la islamización del país, y menciona cómo otra autoridades del mundo de la filosofía y el misticismo, como Sohravardi (1145- 1235) han recuperado esta sabiduría sin tener en cuenta su origen preislámico. El concepto de Sohravardi sobre la relación entre el hombre y Dios se basaba en la posibilidad de que uno pudiera fundirse con el otro; en que ni Dios puede existir sin el hombre ni el hombre sin Dios (Zein y Amirian, 2009: 106); un concepto que inevitablemente recuerda al concepto cristiano de la encarnación. Sin duda, esta concepción de la fe islámica chocaba de frente con los planteamientos de las versiones estrictas del Islam sunní, impuestas en Irán por los turcos selyuquíes. Según las autoras citadas (106), Sohravardi defendía una filosofía de la luz (Dios es Luz de Luces) que englobara elementos del mazdeísmo, el neoplatonismo y el Islam. Estas últimas fuentes alegan que este filósofo veía a la ya mencionada figura de Salman al-Farisi16 como el unificador tanto de las profecías de Zoroastro como las de Muhammad.
Una vez más, Corbin destaca que esta espiritualidad mística es rechazada por los musulmanes literalistas partidarios de la interpretación racional del Corán, a quienes este autor denomina ortodoxos (Corbin, 1996: 121). Es interesante destacar este punto, ya que se asemeja a una perspectiva muy similar que posee la shiísmo. Según el Shiísmo Duodecimano, basada en la creencia en los Doce Imames descendientes de Ali, la interpretación literal y racional del Corán resulta inútil para comprender la Revelación, cuya esencia está oculta (batin) y sólo es conocida por los imames. Resulta oportuno citar a Babak Jorramdín, uno de los auto-proclamados profetas del Irán temprano, quien acusaba a los “judíos” (refiréndose a los musulmanes) de tener un dios distante que sólo se comunicaba por escritos legalistas, comparándolo con los administradores de las ciudades (Crone, 2012: 273).
Este punto nos introduce en otra de las características que comparten tanto la religiosidad zoroastriana como la fe imamí.
1.4 El esoterismo en la religiosidad irania
Resulta bastante oportuno mencionar de nuevo a los profetas nativistas del siglo VIII que se revelaron contra el Califato Abbasí. Una característica clave de sus creencias consistía en creer que existen seres humanos que destacan por poseer un conocimiento exclusivo a todos los misterios divinos. Este concepto viene de muy atrás, puesto que en los propios textos del Denkard existía esta concepción aunque, como veremos, con diferentes matices.
Shaul Shaked (1995), basándose en los textos pahlévicos, alega que los zoroastrianos consideraban que existen elementos en la fe que deben permanecer ocultos y ser revelados sólo a los fieles. En el shiísmo se considera que sólo los imames poseen el conocimiento oculto de la Revelación, el cual es transmitido por el linaje de Ali y Husayn. La concepción de una fe elitista en la que existe una casta de individuos que poseen un conocimiento superior de la fe, parece ser también una característica común entre el zoroastrismo y el shiísmo. De esta forma, aquí hay un punto en el que convergen tanto el pasado pre-islámico de Irán como su presente islámico shií.
1.5 La ta’ziyeh; la dramatización del duelo como convergencia de culturas
La relación entre la religiosidad del antiguo Irán zoroastriano y el islámico no sólo se ve reflejada en el ámbito estrictamente espiritual o místico, sino también en la realización de eventos rituales en los que podría vislumbrarse cierta convergencia entre ambas identidades.
La dramatización del duelo también parece hundir sus raíces en el pasado pre-islámico del país. Ehsan Yarshater (1979) considera que el drama de moharram, mes del calendario islámico dedicado en el shiísmo al duelo en el que se conmemora la pasión y muerte del Imam Husayn a manos del califa omeya Yazid, tiene sus orígenes en obras dramáticas conmemorativas practicadas en el Irán oriental, en las regiones de Sogdiana y Transoxia. En persa, estas obras son conocidas como ta’ziyeh, vocablo originado de la raíz árabe ‘azza (guardar luto, consolar, expresar simpatía a).
Según este autor, aunque existen dramas de conmemoración funeraria en culturas tan diferentes como la egipcia y la mesopotámica,(Yarshater, 1979: 88, Zein y Amirian, 2009: 122) tiene más sentido comparar la ta’ziyeh con las obras realizadas en el Irán pre-islámico, en concreto en las obras realizadas en sus regiones orientales. De esta forma, tanto la dramatización de la muerte del héroe Zarer, defensor del rey Vishatasp y de la fe zoroastriana, como la de Siyavosh,17 (Yarshater, 1979: 89-92) pueden haber inspirado la ta’ziyeh conmemorativo del martirio de Husayn en la batalla de Karbala. La conclusión de Yarshater es que se trata de un elemento que hunde sus raíces en las tradiciones del Irán pre-islámico, y que refleja una característica propia de la identidad iraní.
Lo que se puede comprender de la explicación de la ta’ziyeh es cómo un elemento tradicional de la cultura pre-islámica de Irán, ha asimilado otro de la historia y de los dogma de la fe islámica, constituyendo una muestra de sincretismo entre dos culturas que, como hemos visto, no deberían ser tan incompatibles.
La confluencia en el ámbito religioso no termina aquí. Veremos cómo la impronta del Irán zoroastriano no sólo viene de los elementos puramente religiosos, sino también de la cultura secular.
2. Aspectos ornamentales y protocolarios: de la corte sasánida al Islam
Otro elemento en el que se ha dado una confluencia entre el pasado zoroastriano y el Islam ha sido en las relaciones de protocolo y jerarquía; en este campo la confluencia entre zoroastrismo e Islam ha sido bastante profusa, concretamente en algunos ámbitos de shiísmo iraní.
2.1 Protocolo y simbología
El reino sasánida destacaba, entre otras cosas, por la relevancia extrema dada a las ceremonias palaciegas y al protocolo en la corte. No sólo las grandes dinastías islámicas, empezando por la abbasí, utilizaron elementos del ceremonial de la corte sasánida, sino que algunos de estos han sido asimilado por el Islam shií iraní. Este es el caso del tajt (trono), cuya importancia política fue trasladada a lo sacro. En la tradición shií se ha utilizado este concepto en referencia al poder y presencia de Ali ibn Abi Talib (Shaked, 1995: VII, 82).
Otro tema curioso es el de la simbología del membrillo, fruto que se ofrecía al Sha en la fiesta del Mihrayan, una festividad pre-islámica iraní en honor a la deidad Mehr, y que se ve reflejado en algunos episodios de la tradición islámica, como en el relato en el que el ángel Gabriel regala un membrillo al Profeta, convirtiéndose así en símbolo de la profecía. Los cuatro sellos de Ali, cada uno con un significado asociado a la piedra preciosa con la que esta fabricado cada uno. Los shas sasánidas también empleaban estos con un significado de poder, victoria o protección mágica. Aunque el significado original de estos elementos se perdió y fue reelaborado bajo el prisma del Islam (Shaked, 1995: VII, 87), no cabe duda de que es una clara muestra de la confluencia entre ambos mundos.
Shaul Shaked señala cómo el concepto de líder y autoridad, de tanta importancia en la shiísmo (Tabatabai, 2005: 133-135), puede tener relación con el culto a Mitra del zoroastrismo, ya que a esta divinidad se la asocia a la justicia pero también al liderazgo (Shaked, 1995: IV, 8). Ibn al-Muqqafa también menciona la división de la sociedad en diferentes estratos jerárquicos (al-Jassa, al-‘Amma y al-Imam) según la función que ejercen, una característica que sí es probable que tenga relación con el legado sasánida, dado que el líder religioso de la comunidad tiene un papel de suprema trascendencia. También menciona que este papel de líder religioso de la comunidad resulta trascendental para el shiísmo pero inusual para los sunníes.
2.2 Tratados de conducta
Un elemento en el que también se ve una relación entre la cultura mazdeísta y el Islam es en la literatura, de hecho se trata de uno de los ámbitos dónde más claramente se ha creído probar la influencia del primero sobre el segundo. El género de adab, prosa dedicada a cuestiones de conducta para las clases altas, puede tener su origen en obras de conducta del período sasánida. En esta época se consideraba muy relevante la adopción de buenos pensamientos, la “realización de buenas obras y la pronunciación de buenas palabras,” una actitud promovida desde las propias enseñanzas religiosas (Shaked, 1995: VI, 33-34). Sobre esto cabe citar de nuevo la carta del shah Yazdegerd III al califa Omar b. Jattab en la que le recuerda que los iraníes siempre estuvieron instruidos en la actitud de buenos pensamientos, palabras y obras.
Del mismo modo, Shaked menciona una arenga del califa Mu’awiyya en la que insta a no apegarse al mundo material. Según este autor, este es un ejemplo más de la impronta persa en la cultura islámica, ya que aunque no se desprecie el mundo material en el mazdeísmo, se insta a no tener un exceso de apego a él.
Lo interesante de este tema es que nuevamente encontramos un elemento en el que el mundo zoroastriano ha dejado una impronta cultural sustancial en el Islam, fusionando una vez más un elemento de una cultura con otro. De nuevo aquí se puede encontrar un motivo por el que considerar absurda la confrontación de la identidad preislámica iraní con la islámica.
2.3 Un caso de convergencia antes del Islam.
Por último, sería interesante exponer un caso de sincretismo entre la mitología persa y la semítica cuyos indicios podrían remontarse incluso a la aparición del Islam (Shaked, 1995: X, 245- 254). Se trata de asociar al personaje primigenio de las leyendas iraníes, Yamshid, con el personaje bíblico Sulayman ibn Da’ud (X, 245). Del mismo modo, el sincretismo con la cultura religiosa vecina llegó a relacionar a Adán con Gayomard, considerado el primer hombre en la mitología zoroastriana, relación mencionada en el epígrafe sobre religión.
Curiosamente esta armonización de personajes religiosos y legendarios se dio entre los pueblos judíos y cristianos semitas del Oriente Medio pre-islámico y el zoroastrismo que Shaked viene a llamar popular. Considera que se debió a los intentos de crear una historia libre de contradicciones, lo cual podría ser un interesante indicio de armonización entre una cultura y otra, tal y como pretendemos vislumbrar en este trabajo.
Una vez vista los elementos de confluencia entre la herencia zoroastriana y la identidad islámica de Irán desde la óptica de la religión y la tradición sería de gran interés analizar la cuestión desde una perspectiva más social y personal.
3. Una perspectiva social sobre la herencia zoroastriana y el Islam
En los siguientes apartados veremos la apreciación sobre la cuestión de nuestro trabajo desde una óptica más subjetiva e individual, ya que se trata de testimonios directos de los propios iraníes que creemos contribuyen a sostener nuestra idea.
3.1 Un vestigio viviente del Irán antiguo: la perspectiva de la minoría zoroastriana.
Una punto de vista que puede contribuir a nuestra propuesta es la de la minoría zoroastriana en Irán. Si bien dicha minoría ha sufrido prácticas discriminatorias por parte de la mayoría musulmana shií desde la islamización del país (Fozi, 2014: 19 y 50) y ello les ha llevado al auto-aislamiento y a reivindicar un papel de nación primigenia de Irán (116), así como de resaltar sus diferencias con las costumbres de la mayoría shií, también es cierto que esta minoría ha intentado promover una perspectiva de unidad con el resto de los iraníes en diferentes ámbitos que creemos pertinente describir.
Los zoroastrianos realizan una conmemoración anual de la invasión árabe, en la que rememoran las muertes de las víctimas de dicha invasión. Entre otros recuerdan la figura de Abu Lulua, también conocido como Piruz Nahanvandi o Firuzan, el esclavo iraní que asesinó al califa Omar ben Jattab, y que acabó convertido en una figura emblemática para la shiísmo, hasta el punto de que su tumba llegó a convertirse en un lugar de veneración. Sin embargo, en junio de 2007, el gobierno iraní decidió prohibir el culto a Nahavandi y acabó destruyendo el templo tras las presiones de la Universidad Islámica de al-Azhar.18 Del mismo modo rememoran a todos los mártires de las guerras, especialmente las que libraron contra los árabes, no obstante, distinguen entre los árabes y el Islam. Fozi considera que la resistencia de los iraníes a la arabización y a las prácticas islámicas impuestas por el invasor permitieron a los zoroastrianos reconciliarse con el Islam iraní. Según Fozi, la tendencia al shiismo de los iraníes se corresponde con esa actitud de resistencia frente al invasor.
Sin duda estas festividades y conmemoraciones están estrictamente ligadas al carácter nacional iraní de resistencia contra el invasor árabe. Pero lo más llamativo es que conmemoran eventos de gran carga emotiva tanto para shiíes como zoroastrianos. De esta forma, cabe destacar este punto, ya que podría contribuir a crear un punto de convergencia no sólo entre zoroastrianos y shiíes, sino entre partidarios de la identidad preislámica del país y los islamistas en Irán.
La resistencia de los zoroastrianos a abandonar las festividades preislámicas como el Nowruz y su promoción entre las comunidades iraníes no-zoroastrianas a resistirse a las pretensiones del Régimen Islámico de eliminarlas (107-109), podría considerarse otra forma de evitar la confrontación entre el Irán zoroastriano y el islámico, puesto que se trata de una festividad común a todos los iraníes.
Fozi también nos cuenta como algunas opiniones en esta minoría son conscientes de la influencia de la teología y de la escatología de su religión en el Islam shií, y es un elemento que destacan para concebir a los shiíes como deudores de su cultura. Cabe recordar respecto a este punto nuestro marco teórico, y el epígrafe anterior referido a las influencias en la religión.
Aparte de la perspectiva que los zoroastrianos puedan tener de la relación entre su religión y el shiísmo, existe una curiosa ceremonia en la que se materializa la convergencia que podría existir entre zoroastrianos y shiíes, como veremos a continuación.
3.1.1 La ceremonia del Sofreh
Los ámbitos que comparten tanto shiíes iraníes como zoroastrianos son muy diversos. Un ritual llevado a cabo por ambas es el del sofreh. Una ceremonia consistente en la realización de ofrendas y recitación de oraciones con las que se solicita la asistencia de seres espirituales19 en las inquietudes particulares de los asistentes al ritual. Navid Fozi (2014) alega que constituyen ceremonias jubilosas que contrastan con las ceremonias de duelo de los shiíes, con lo que constituye un elemento diferenciador entre la minoría zoroastriana y la shií. Sin embargo, Sabine Kalinock (2004) alega que es una ceremonia realizada tanto por shiíes como por zoroastrianos y, aunque tienen sus diferencias, como la realización de ofrendas a diferentes entes espirituales,20 también tienen elementos en común. Dichos elementos, en cuanto a ritual, consisten en la colocación de un mantel en el que se sitúan una comida especial,21 el hecho de que la ceremonia se celebre en una habitación donde no haya luz (aunque también en algún santuario), un protocolo ritual marcado por el relato de una historia22 en la que se resalta el sufrimiento injusto, que sólo puede ser paliado mediante la realización de la ceremonia descrita, la bendición de la comida colocada en el mantel, parte de la cual se consume durante la realización de la ceremonia y, finalmente, la concepción de la ceremonia del sofreh como un medio para realizar exvotos. Respecto a la entidad por la que ambas comunidades sienten devoción, el espíritu femenino de Bibi Seh-Shanbe, podría decirse que es un ejemplo clarividente de la simbiosis cultural entre ambas entidades.
Sin duda, este evento constituye otra muestra más del sincretismo entre la identidad zoroastriana y la islámica en Irán, con lo que supone un elemento que emerge como una característica de una cultura iraní unificada.
3.2 La mitología iraní en la historia reciente
Un punto de vista curioso es el Fereydoun Hoveyda (2003) quien presenta el litigio entre el shah Mohammad Reza Pahlevi y el ayatollah Jomeini como un patrón surgido de las leyendas folclóricas iraníes constantemente repetido en la historia de Irán. Alega que el paternalismo despótico es una característica de todos los líderes del país a lo largo de la historia (43-47) y que el pueblo ha protestado contra estos monarcas y líderes en cuanto han perdido su carácter despótico, porque es lo que se espera de un líder en Irán. Pone como ejemplo el abandono de la fuerza por parte del sha Mohammad Reza Pahlevi y su posterior derrocamiento. Achaca al síndrome de Rostam,23 el rechazo tanto de uno como de otro a permanecer en Irán mientras uno de ellos estuviera en el poder, temiendo el “castigo paternal”.
Hoveyda también considera que la cosmovisión dualista trasciende las cuestiones de dogma y se vislumbra también en un patrón de litigio entre el poder central y la periferia, entre centralismo y periferia. Al igual que partos y sasánidas tuvieron que hacer frente a la rebeldía de las provincias periféricas, Jomeini tuvo que suprimir la rebelión de los kurdos.
Otro fenómeno de origen pre-islámico que Hoveyda ve en los acontecimientos de la Revolución Iraní es la división de la sociedad por estamentos. En el antiguo Irán mazdeísta, la sociedad zoroastriana está dividida en estamentos según las funciones que cumplen (religioso-político, militar y resto de la sociedad). El autor considera que durante la guerra con Iraq (1980-1988) aún se pudo constatar dicha división, ya que el ejército simplemente se dedicó a repeler al enemigo del territorio nacional, al tiempo que se negó a “conquistar Jerusalén” tal y como proclamaba Jomeini.
De esta forma, el punto de vista de Ferydoun Hoveyda puede constituir una valiosa aportación a la idea de que la antigua herencia zoroastriana y el Irán islámico no son elementos incompatibles sino que la relación de ambos puede vislumbrarse incluso en los acontecimientos más recientes de la historia de Irán.
En base a todas estas cuestiones que hemos venido tratando paso por paso, creemos que podemos hacer un análisis sólido de los resultados de nuestra investigación.
Conclusiones
La concepción de la identidad nacional en Irán como un elemento opuesto a la religión ignora la transversalidad existente entre el antiguo Irán zoroastriano y el Islam iraní. Los intentos de diseñar una nación desligada de su tradición islámica tratando de restaurar un pasado cultural zoroastriano laico o incluso anti-islámico acabaron en fracaso. La tradición espiritual y religiosa del país constituye un elemento de mucho peso en el carácter del país como para aceptar un nacionalismo desligado de la tradición islámica.
Por otro lado, los esfuerzos de imponer un islamismo de carácter estricto, que no sólo ignora sino que se muestra hostil hacia las manifestaciones de origen pre-islámico, han fracasado igualmente. Los intentos del Régimen Islámico de Irán de eliminar las conmemoraciones y manifestaciones de origen zoroastriano que, como ya se ha visto en el contenido de nuestro trabajo son compartidas por casi todos los iraníes sin importar su religión, no han conseguido crear una identidad iraní netamente islámica, que por otra parte, pretendía eliminar cualquier aspecto de singularidad que pudiera tener con respecto al resto del mundo árabo-islámico.
De esta forma, tras observar los dos perspectivas extremas mediante las que se concibe la identidad nacional en Irán, era necesario tratar de demostrar los diferentes elementos que interrelacionan la herencia del Irán zoroastriano con la del Irán islámico, el cual podría presentarse como una especie de camino intermedio entre ambas tendencias.
Como ya se ha visto, abarca diferentes ámbitos. El primero que se ha tratado es el de la escatología y las características similares en el ámbito de la religión, aspecto que consideramos el de mayor importancia para defender nuestra idea. Se ha visto que el concepto de la relación entre Dios y su creación o entre el mundo espiritual y el mundo material, no se conciben como entidades divorciadas sino unidas, lo que constituye una parte fundamental tanto de la fe zoroastriana como del Islam shií, y una posible muestra de la compatibilidad de combinar el pasado mazdeísta del país y el presente islámico. Podríamos hablar de que se trata de una Islam iranizado, adaptado a las cosmovisión religiosa del Irán pre-islámico. De esta forma, creemos que es conveniente insistir en que esta relación entre la herencia zoroastriana y el Islam se da más concretamente con el Islam shií, el cual a pesar de los orígenes netamente árabes de esta rama de la fe, debido a sus características y similitudes con el zoroastrismo, ya descritas en este trabajo, podemos considerarlo como una forma de Islam adaptada a la idiosincrasia iraní. Creemos conveniente resaltar la aseveración de destacados sheijs iraníes como Qotb ad-Din Ashivari y Mohammad Karim Jan-e Kermani de conservar el conocimiento de la espiritualidad y escatología zoroastriana (Corbin, 1996: 95) como muestra de esa continuidad entre una cultura y otra.
En el aspecto de la concepción esotérica de la fe también se ve una similitud entre el zoroastrismo y el islam shií, como se ha dicho. Aunque las causas por las que se pretenden ocultar elementos de la fe son diferentes, es el hecho de la concepción esotérica de esta lo que puede constituir un indicio de confluencia entre la fe zoroastriana y el Islam shií. Del mismo modo, la tesis vislumbrante de Yarshater sobre la ta’ziyeh, puede contribuir a limar asperezas entre los defensores de la antigua identidad zoroastriana y los de la moderna identidad islámica.
Respecto a la cuestión que hemos venido a denominar ceremonial o protocolo, cabe decir que hace referencia a cuestiones relativas también a la religión, pero que no han surgido directamente de los dogmas de fe del zoroastrismo, sino del protocolo de corte y el ornamento de la Persia sasánida, pero que han influido de manera profusa en el imaginario islámico, particularmente el shií. De esta forma, creemos que esta constituye otro punto fuerte sobre el que apoyarnos para defender nuestra idea.
La perspectiva de la minoría zoroastriana, auto-convencidos de poseer cierto estatus de acreedores en diversos aspectos de la cultura del Irán islámico actual, constituye un aspecto sumamente importante. En su testimonio vemos cierta aversión a la religión mayoritaria de Irán, punto de vista inevitablemente compartido por los partidarios de una iranidad desislamizada, sin embargo también se ha comprobado cierta actitud de concordia mediante la cual reunir a todos los iraníes, concentrándose en resaltar aspectos comunes, como el ceremonial que comparten a pesar de su evidente origen mazdeísta. Respecto al testimonio de Hoveyda, consigue convencernos de que la confluencia entre el Irán pre-islámico y el islámico se puede vislumbrar desde la óptica de la repetición de patrones de la mitología persa, demostrando la persistencia de la relación entre el Irán mazdeísta y el islámico en el aspecto de la política más reciente.
Nos gustaría destacar del contenido expuesto un punto en concreto. Consideramos que, de todos los aspectos estudiados, el que creemos que revela de forma más contundente la relación entre la herencia zoroastriana y la identidad islámica en Irán es el religioso, ya que estimamos que la confluencia entre ambas identidades se ha producido de forma clarividente. El concepto de iranización del Islam que hemos mencionado anteriormente creemos que supone un sólido núcleo mediante el cual poder defender nuestra idea de que la hostilidad entre la herencia zoroastriana y la identidad islámica de Irán podría carecer de sentido si se tuviera en cuenta los elementos heredados del mazdeísmo que conserva la fe shií.
Somos consciente de que la adversidad entre los partidarios de una identidad nacional desislamizada de Irán y los islamistas iraníes más acérrimos es lo que marca la tendencia actual. Por una parte se insiste en que el Islam es un elemento foráneo e insidioso en la cultura iraní, y por otra los fervientes islamistas rechazan cualquier característica identitaria externa al dogmatismo islámico. Pero sería conveniente recordar que las identidades nacionales son construcciones “imaginadas”, tal y como tratamos en nuestro marco teórico, con lo que se podría imaginar una nueva identidad nacional.
Finalmente, atendiendo a todos los aspectos descritos creemos que, tratar de desvelar los elementos de confluencia entre el pasado pre-islámico y el presente islámico de Irán, podría contribuir a disolver la tensión entre los partidarios de ambas identidades, ya que con esto se podría demostrar que ambas tendencias comparten una gran diversidad de rasgos y características que podrían llevar a la conclusión de que la hostilidad entre ambas tendencias resulta absurda. Por tanto, deberíamos concentrarnos e insistir en la relación entre ambas visiones. De esta forma, podría incluso configurarse una nueva forma de concebir la identidad nacional iraní en la que se ensalzara la confluencia entre ambos elementos.
Notas
- Segunda dinastía de califas del Imperio Islámico que reinó entre 750 y 1253.
- Estos profetas se sublevaron contra el Califato Abbasí, reivindicando creencias y costumbres del derrotado Imperio Persa frente a la fe islámica que pretendían imponerles los conquistadores árabes. Sobre este tema ver Crone, Patricia. (2012): The Nativist Prophets of Early Islamic Iran. Cambridge: Cambridge University Press.
- Dinastía reinante en Irán entre 1501-1736. Fueron conocidos especialmente por la instauración de la fe islámica shií como religión oficial del Estado.
- Dinastía reinante en Irán entre 1729-1925.
- Año nuevo persa celebrado a comienzo de la primavera.
- Último miércoles del año solar iraní, entre otros eventos, con saltos al fuego. Kasheff, M. & Sirjani, Ali Akbar Saidi.(1990); “ČAHĀRŠANBE-SŪRĪ”, Encyclopaedia http://www.iranicaonline.org/articles/caharsanba- suri (f.c. 28/06/2016).
- Ceremonia de origen zoroastriana que conmemora el solsticio de invierno, celebrada mediante la recitación de poesía y la ingesta de frutas y Dareini, A.A.(20/12/2008) “Iranians celebrate longest night of the year”. The San Diego Union-Tribune. http://www.sandiegouniontribune.com/news/2008/dec/20/ml-iran-longest-night-122008/ (28/06/2016).
- En árabe “ignorancia”. Según los musulmanes, se denomina de esta forma al período anterior a la Revelación coránica.
- Se trata de Mirza Aga Jan Kermani y Mirza Fath Ali Akhundzadeh, partidarios de un pensamiento racista de importación europea que promovía la “identidad aria” sobre la islámica. (Daryaee, s.d.: 40).
- Cargo ostentado por el Ayatollah Ali Jamenei, mediante el que ejerce la máxima autoridad religiosa del país, así como la jefatura del Estado y la comandancia suprema de las Fuerzas Armadas.
- “Historical letter of King Yazdegird to Khalifa Omar ben Khattab” http://www.persepolis.nu/timeline-letters.htm 27/06/2016.
- Enciclopedia del zoroastrismo sin ningún valor canónico recopilada por los seguidores de esta fe tras la conquista islámica para evitar que el conocimiento sobre dicha fe cayera en el olvido.
- Esta religión era el jurramismo, la cual mezclaba elementos dogmáticos del shiísmo y del mazdeísmo.
- Sinónimo de “Mazdeísmo” hace referencia al nombre del dios único, Ahura Mazda, mientras que el término “zoroastrismo” alude al profeta Zoroastro.
- Qutb al-Din al-Shivari y Mohammad Jan Karim Kermani.
- Fue uno de los shahaba o compañeros del Profeta Era persa y zoroastriano de nacimiento pero se convirtió al Islam al poco de conocer a Mohammad. En el imaginario islamista iraní simboliza la conversión temprana del mundo iranio al Islam.
- Uno de los personajes de la obra épica del Shahname de Ferdowsi, considerado legendario en el folclore iraní.
- Mohammad-Ali, “Tomb of Firuzan (Abu Lolo) to be destroyed” CAIS News. Archaeological and Cultural News of the Iranian World. http://www.cais-soas.com/News/2007/June2007/28-06.htm (f.c. 07/07/2016).
- Existen varias Quizá la que más destaca es Bibi Seh-Shanbe (la Señora del Martes), ya que tanto zoroastrianos como shiíes se dirigen a ella en sus exvotos.
- Los zoroastrianos realizan exvotos a sus divinidades, mientras los chiíes suelen realizarlas a los imames o la parientes de estos (Kalinock, 2004:532-534).
- Kachi: se trata un dulce elaborado con harina de arroz, aceite, azafrán y agua de rosas.
- Estás historia versa sobre una muchacha maltratada por su madrasta. Un día encuentra a tres mujeres que le prometen matrimonio con un príncipe, a condición de que cocine un dulce llamado kachi . Una vez casada, el príncipe no le permite cocinar esta Más tarde él es acusado de asesinato y encarcelado. Las tres mujeres se le aparecen y le recuerdan que debe cocinar todos los martes dicho dulce. Una vez preparado, el príncipe es liberado. Se aprende de este cuento la importancia de ofrendar a estos buenos espíritus (Kalinock, 2004: 536).
- El relato de Rostam, uno de los principales de la obra cumbre de la literatura persa, el Shahname de Ferdowsi, narra cómo el héroe Rostam asesinó a su hijo, desconociendo esta condición, en un duelo. Un ejemplo del papel castigador que se espera de un “líder-padre de la nación”.
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